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Ante la enfermedad, la división de escuelas es arbitraria y estéril. La medicina es una sola. No existe la alopatía o la homeopatía. Lo único que existe son enfermos que quieren curarse y que se burlan de los conformismos. Este pequeño Diccionario está dirigido a ellos. Cuando un tratamiento clásico sea inoperante o insuficiente y si se encuentran lejos de un médico que conozca y practique la homeopatía, tendrán en sus manos el recurso para intentar por sí mismos la terapéutica de lo similar.
Siendo éste el objetivo del autor, su modo de presentar la homeopatía en forma de fórmulas preparadas, al igual que en un formulario de medicina ordinaria, podría parecer una herejía, dado que la homeopatía consiste esencialmente en la individualización del remedio, es decir, cada enfermo requiere un remedio único apropiado para él. No obstante, la experiencia clínica muestra que a cada gran capítulo de la patología corresponden remedios idénticos que casi siempre son los adecuados, independientemente del enfermo, su constitución o su temperamento.
Así, en una colecistitis litiásica, lo que hay que tratar es la vesícula, así como la diátesis humoral que ha fabricado los cálculos, lo cual se traduce biológicamente en todos los enfermos en una hipercolesterolemia. Todas las observaciones clásicas nos demuestran que la diátesis es siempre la misma en este tipo de enfermos. Por esta razón, el tratamiento indicado en este Diccionario, en el capítulo de las colecistitis, cuya finalidad es corregir los trastornos debidos al exceso de colesterol en el organismo, está perfectamente justificado.
Por otra parte, este Diccionario no pretende ser un tratado o una obra exhaustiva. Su objetivo es más simple y se limita a señalar, para cada afección, los remedios considerados más activos y normalmente más apropiados. No indica, o sólo lo hace en contadas ocasiones, los remedios de base indispensables para finalizar la curación, cuya elección sólo puede ser obra del médico y que no se adaptaría en ningún caso a la estructura de un diccionario de uso práctico.
Cabe señalar también las mejoras incluidas en la 5ª edición de esta obra. A la homeopatía pura, el autor ha añadido todos los tratamientos que pueden ser complementarios, como la vitaminoterapia, la fitoterapia, la dietética, la metaloterapia y la endocrinoterapia. Cuando se conoce la dificultad que existe para curar ciertas enfermedades enraizadas, la distinción entre escuelas no sirve para nada y no hay que dudar en recurrir a otros procedimientos terapéuticos a fin de incrementar las posibilidades de curación.
Este Diccionario homeopático de urgencia representa un auténtico pequeño compendio de todos los remedios útiles conocidos o poco conocidos y puede ser consultado con provecho por todo el mundo.
—Dr. Paul BONCOUR.
«La terapéutica de ayer, Señores, es la que ustedes conocen, con sus incertezas y sus incoherencias, y la que deben ustedes abandonar; la terapéutica de hoy es la homeopatía. Hay que saber aceptar la verdad, pero para convencer hace falta mucho tiempo; lo verdadero nunca triunfa desde el primer momento» (Curso publicado por el Journal des Praticiens).
—Profesor HUCHARD de la Facultad de Medicina de París.
